domingo, 27 de mayo de 2012

Venus pasará entre la Tierra y el Sol el próximo día 5 de junio


Una experta sigue el tránsito de Venus en 2004 desde un observatorio.| Justy G. K.
El 5 de junio de 2012, Venus pasará por delante del sol visto desde la Tierra, produciendo una silueta que es probable que nadie con vida lo vuelva a ver otra vez.

Los tránsitos de Venus son muy raros, ya que vienen en pares separados por más de cien años. Este tránsito de junio, el segundo de un par que ha comprendido de 2004-2012, no se repetirá hasta el año 2117. Afortunadamente, el evento va a ser ampliamente visible. Los observadores en los cinco continentes, e incluso una pequeña porción de la Antártida, estarán en posición para verlo.
El tránsito de casi 7 horas empieza a las 22:09 (UTC) el 5 de junio. El horario favorece a los observadores en mitad del Océano Pacífico, donde el sol estará en todo lo alto durante la travesía. En los EE.UU., el tránsito alcanzará en su mejor momento al atardecer. Eso es bueno, también. Los fotógrafos creativos tendrán una imagen diruna de una hinchada esfera solar roja "pinchada" por el disco circular de Venus.

No mirar directamente

Los expertos aconsejan no mirar directamente al sol. Venus cubre muy poco del disco solar como para bloquear la luz cegadora. En su lugar, utilice algún tipo de técnica de proyección o un filtro solar. Un soldador de vidrio #14 es una buena opción. Muchos clubes de astronomía tendrán telescopios solares para observar el evento.
Los tránsitos de Venus llamaron por primera vez la atención en el siglo XVIII. En aquellos días, el tamaño del sistema solar era uno de los mayores misterios de la ciencia. La distancia relativa de los planetas era conocida, pero no sus distancias absolutas. La respuesta a la pregunta era tan misteriosa entonces como la naturaleza de la energía oscura ahora.
Venus era la clave, según el astrónomo Edmund Halley. Se dio cuenta de que observando el tránsito desde varios lugares de la Tierra debería ser posible triangular la distancia a Venus. La idea impulsó a los científicos que partieron en expediciones a todo el mundo para ver un par de tránsitos en el año 1760. El gran explorador James Cook fue enviado a observar uno de Tahití, un lugar tan ajeno a los europeos del siglo XVIII como la Luna o Marte puedan parecernos a nosotros ahora. Algunos historiadores han llamado a este esfuerzo internacional "el programa Apolo del siglo XVIII".
En retrospectiva, el experimento entró en la categoría de las cosas que suenan mejor que lo que realmente son. El mal tiempo, la óptica primitiva, la natural "confusión" de la atmósfera de Venus y otros factores impidieron a los primeros observadores la recolección de los datos que necesitaban. El momento adecuado para un tránsito tendría que esperar a la invención de la fotografía un siglo después del viaje de Cook. A finales del XIX, los astrónomos armados con cámaras finalmente midieron el tamaño del Sistema Solar como Edmund Halley había sugerido.
El tránsito de este año es el segundo de un par de 8 años. En junio de 2004 nadie vivo había visto un tránsito de Venus con sus propios ojos, y los bocetos dibujados a mano y fotos granulosas de los siglos anteriores apenas los preparaban para lo que iba a suceder. Los modernos telescopios solares capturaron la vista sin precedentes de la atmósfera de Venus iluminado por el fuego solar. Vieron a Venus en tránsito por la corona fantasmal del Sol. 2012 debe ser aún mejor, porque las cámaras y telescopios solares han mejorado.

La vida animal salió del agua a rastras


La reconstrucción en 3D del esqueleto de Ichthyostega, el primer animal de cuatro patas que abandonó el medio acuático, ha permitido conocer cómo se movía. En contra de lo que se pensaba este tetrápodo no podía levantar su cuerpo del suelo y caminar, sino que se arrastraba apoyado en sus patas delanteras.



Hace unos 400 millones de años un animal de cuatro patas salió del agua y dio sus primeros pasos en un hábitat terrestre. Ahora, científicos británicos han hecho una reconstrucción en 3D del esqueleto de este tetrápodo y han descubierto que, en contra de lo que se pensaba, aún no podía caminar.

“La imagen que estamos acostumbrados a ver en museos y libros de texto de un animal saliendo del agua y caminando como una gran salamandra es totalmente incorrecta”, explica a SINC Stephanie Pierce, autora principal del estudio que publica Nature, e investigadora de la Universidad de Cambridge. “Los resultados del estudio demuestran que este ser no podía levantar su cuerpo del suelo”.

Pierce y sus colegas aplicaron las tecnologías informáticas y biomecánicas más punteras al análisis de fósiles de Ichthyostega, unos tetrápodos que vivieron hace 360 millones de años. En esta investigación los científicos separaron digitalmente los huesos del animal de la roca que los rodeaba, reconstruyeron el esqueleto usando un software de animación y estudiaron los ángulos y la amplitud de movimiento de cada articulación.

“Los resultados demuestran que las patas delanteras de los primeros tetrápodos habrían sido las primeras en adquirir una función de locomoción en tierra –explica Pierce–. En cambio las extremidades posteriores habrían evolucionando primero como un complemento de la cola para la natación y solo más tarde para caminar en tierra”.

“El hecho de que un animal tenga patas no significa que pueda caminar. Para desplazarse fuera del agua Ichthyostega movía las dos delanteras a la vez y las usaba como punto de apoyo para arrastrar su cuerpo después”, detalla Pierce.

“Evidentemente este ser se movía mejor en el agua –afirma el experto–. Las ‘manos’ le servían para sacar la cabeza del agua y respirar y comer y las patas traseras palmeadas y la cola las utilizaba para nadar. En tierra, las patas no le debían der ser de mucha utilidad “.

La reconstrucción en 3D del esqueleto se realizó a partir de los tres especímenes fósiles de Ichthyostega mejor conservados. Para comprobar la fiabilidad de sus resultados los científicos aplicaron la misma tecnología a animales conocidos, como salamandras y cocodrilos, y comprobaron que tanto el movimiento de las articulaciones como el total del modelo se ajustaban perfectamente a la realidad.

lunes, 14 de mayo de 2012

Nuevo avance hacia un diagnóstico más preciso del cáncer




Investigadores en Francia y Reino Unido han identificado una relación entre determinada anomalía cromosómica y un mayor riesgo de muerte en niños que sufren de una variante mortal de cáncer cerebral. Los resultados, publicados en Clinical Cancer Research, podrían servir para desarrollar un test de diagnóstico que identificase a los pacientes más jóvenes con un riesgo mayor de padecer ependimoma y que podrían precisar tratamientos más intensos para sobrevivir a la enfermedad. 

El estudio, dirigido por el Centro de Investigación de Tumores Encefálicos de la Universidad de Nottingham (en el Reino Unido), podría contribuir a determinar qué niños con un tumor cerebral presentan un pronóstico más positivo y de este modo proponerlos como candidatos a tratamientos menos intensos. Así sufrirían menos efectos secundarios generadores de discapacidades permanentes que les afectasen el resto de su vida. 

El equipo investigó copias anómalas de los cromosomas celulares de 147 ependimomas extraídos de jóvenes británicos y franceses sometidos a cirugía extractora y quimioterapia y de niños europeos de más edad que los del primer grupo que se sometieron a cirugía y radioterapia. El objetivo de su trabajo consistió en aclarar si las perspectivas son peores en aquellos con la anomalía cromosómica.


Clasificación de los pacientes por grupos de riesgo 

El profesor Richard Grundy, el Dr. John-Paul Kilday y sus colaboradores descubrieron una asociación entre una cantidad mayor de copias de una región específica de un cromosoma denominado 1q25 y cerca del 20 % de los tumores obtenidos de niños a los que se diagnosticó la variante mortal del cáncer encefálico. Esta relación provoca que los pacientes sometidos a quimioterapia y cirugía presenten un pronóstico menos favorable. 

Los descubrimientos también contribuyeron a que el equipo clasificara con precisión a los pacientes en tres grupos de riesgo: alto, medio y normal. 


Por su parte, el profesor Grundy explicó: «Esperamos que estos hallazgos puedan reproducirse en otros estudios en marcha en otros países como los Estados Unidos. Si sus resultados coinciden con los nuestros, se podría incluir la presencia de un mayor número de copias de 1q25 en futuros planes de tratamiento a escala internacional como un marcador nuevo de pronósticos desfavorables y de este modo optar a un tratamiento acorde. Nuestra intención es que esta característica se tenga en cuenta en relación a los tumores de todos los pacientes en el momento de emitir un diagnóstico.» 

Los ependimomas no presentan un límite de edad, pero el grupo de mayor riesgo es el compuesto por la población infantil. Aunque los tratamientos han mejorado con el paso de los años, aún muere el 40 % de los pacientes más jóvenes. 

Es posible que la tasa de mortalidad no haya descendido debido a que no ha sido posible anticipar con precisión qué tumores serán los más agresivos.

Descubren cómo generar energía eléctrica con nuestro cuerpo.


¿Imagina poder recargar tu móvil mientras caminas gracias a un generador incrustado en la suela de tu zapato?.  Este escenario futurista está ahora un poquito más cerca de la realidad gracias a un equipo de científicos que ha desarrollado una forma de crear energía utilizando virus inofensivos que convierten la energía mecánica en electricidad.
Los investigadores del Departamento de Energía del Laboratorio Nacional de Berkeley se han puesto a prueba a sí mismos creando un generador que produce la suficiente energía como para que funcione una pequeña pantalla de cristal líquido. Funciona pulsando con un dedo un pequeño sello de electrodo revestido con virus especialmente diseñados para esto. Los virus convierten la fuerza de la pulsación en una carga electrónica.
Este generador es el primero en producir electricidad mediante el aprovechamiento de una pieza de material biológico. Estas piezas de electricidad son la acumulación de la carga en un objeto sólido en respuesta al estrés mecánico.
El hito puede dar cabida a pequeños dispositivos que generen energía eléctrica de las vibraciones de cualquier suceso totalmente corriente como el portazo de una puerta o las escaleras mecánicas.
También es un simple modo de crear microelectrónicos servicios. Esto es porque los virus se ordenan creando una fina capa que permite al generador trabajar. Los científicos han hablado de su trabajo en la revista Nature Nanotechnology.

Esta energía fue descubierta en 1880

El efecto de la piezoelectricidad fue descubierto en 1880 y desde entonces ha sidoencontrado en cristales, cerámicas, huesos, proteínas y en el ADN. Los mecheros electrónicos no podrían funcionar sin ellos, al igual que los microscopios cuando realizan determinadas actividades.
Sin embargo, los materiales utilizados para producir la electricidad son tóxicos y es muy complicado trabajar con ellos lo que limita bastante el libre uso de esta tecnología.
Lee y sus colegas opinan que si este virus se estudiase en todos los laboratorios del mundo acabarían por obtener un mejor resultado. La bacteria M13 únicamente ataca otras bacterias e incluso se podría decir que es benigna para las personas. Al ser un virus está en constante reproducción por lo que la carga es constante.
Estos son algunos de los rasgos que los científicos han localizado en un pequeño bloque de este virus. Sin embargo, en el laboratorio de Berkeley los investigadores primero tienen que determinar si el virus M13 es piezoeléctrico. En este caso, Lee recurre a Ramesh, un experto en el estudio de las propiedades eléctricas en las capas de la nano escala.

Producción a gran escala

"En la actualidad estamos trabajo en diferentes formas de mejorar y afianzar las demostraciones iniciales", explica Lee. "Las herramientas de biotecnología podrían fomentar una producción a gran escala de estos virus alterados genéticamente frente a los materiales que solo pueden ofrecer una simple ruta hacia los microelectrodomésticos del futuro".

domingo, 13 de mayo de 2012

La especie prehistórica sudamericana «de cara corta»: El oso más grande del mundo

Un oso gigante prehistórico sudamericano de cara corta inclina la balanza hasta los 1.600 kilogramos y se eleva al menos 3,4 metros de pie, de conformidad con un nuevo estudio.

El peso pesado anterior era un oso de cara corta gigante norteamericano, una especie extinta relacionada, que pesaba 1.134 kilogramos. El oso más grande que se conoce en tiempos modernos, de 998 kilogramos, es un oso polar al que dispararon en Alaska en el siglo XIX.

El oso gigante sudamericano de cara corta rondó por su continente tocayo hace entre 500.000 y 2 millones de años y sería el carnívoro más grande y poderoso sobre la tierra en ese momento, según afirman los científicos.

Por lo que se refiere a los carnívoros, “no hay nada que ni siquiera se le acerque” durante ese periodo de tiempo según afirma el coautor Blaine Schubert, paleontólogo de la Universidad Estatal de East Tennessee en Johnson City, Tennessee. “Me deja perplejo lo grande que era”.

El esqueleto del oso, encontrado en la provincial de Buenos Aires, Argentina, en 1935, fue nuevamente examinado por Schubert y por el coautor del estudio Leopoldo Soibelzon, paleontólogo de Argentina especializado en fósiles de osos sudamericanos.

Midiendo el húmero, o hueso del antebrazo, que tenía casi el tamaño de un elefante, el equipo pudo calcular el tamaño del resto del cuerpo del oso, afirmó Schubert.

Su análisis también reveló que el animal fue un antiguo macho que había padecido varias lesiones graves durante su vida. Para un oso, el tamaño sí importa

Sin embargo, lo que saben con certeza es lo que comían y cómo comían estos osos y por qué eran tan diferentes de sus primos norteamericanos, observó Schubert.

Por ejemplo, el oso gigante sudamericano de cara corta comenzó siendo enorme y se fue haciendo más pequeño con el paso del tiempo mientras que la especie norteamericana cada vez era más grande.

En Sudamérica, según sospecha Schubert, un exceso de presas y una falta de competencia se combinaron para hacer de este oso el rey del continente. No obstante, conforme los carnívoros evolucionaron, los osos de cara corta se adaptaron, pasando a ser cada vez más pequeños y más omnívoros, como el oso negro actual.

En Norteamérica, el tamaño en aumento del oso de cara corta podría haber conllevado grandes ventajas, tan solo su peso ya habría ahuyentado a los felinos dientes de sable y a otros depredadores según especulaciones de los investigadores.

El reinado del oso de cara corta en Norteamérica habría coincidido también con una explosión de la megafauna en la Edad de Hielo como los perezosos terrestres gigantes, los camellos y los mamuts, todos ellos nuevas fuentes potenciales de alimentación.

“Teníamos una África aquí”, comenta Schubert y “ahora ha desaparecido”.

El estudio sobre el oso más grande apareció en la edición de enero de la revista Journal of Paleontology.

La exposición Human Bodies llega a Murcia


Cautivadora e impresionante al mismo tiempo, HUMAN BODIES es una exposición que transporta a sus visitantes en un fascinante viaje por el interior del cuerpo humano, donde 10 cuerpos completos y más de 150 órganos individuales, tratados con la impresionante técnica conocida comoplastinación, nos enseñan el espectáculo de nuestro cuerpo como nunca antes había sido presentado.
 
Desde el próximo 4 de mayo hasta el 14 de octubre puede visitarse la exposición sobre el cuerpo humano en el Centro Comercial Thader.

sábado, 5 de mayo de 2012

Nuevos indicios de erosión por agua en Marte

La sonda Mars Express de la ESA nos muestra esta semana una región del Planeta Rojo que parece haber sido esculpida por el flujo del agua. Estas imágenes se suman a la larga lista de pruebas de la existencia de grandes masas de agua en la superficie de Marte en algún momento de su pasado. 

El 21 de junio del año pasado, Mars Express apuntó su cámara estéreo de alta resolución (HRSC) hacia la parte occidental de Acidalia Planitia, una gigantesca cuenca en las tierras bajas del norte de Marte, cerca de dónde se encuentra con Tempe Terra, un terreno más elevado y de mayor antigüedad. 

Acidalia Planitia es una región tan extensa que se puede observar desde la Tierra con un telescopio amateur. 

El famoso astrónomo Giovanni Schiaparelli bautizó a esta gran mancha oscura con el nombre de la mítica fuente Acidalia, en Beocia, donde según la mitología griega se bañaba Venus con las tres Gracias.

Estas imágenes abarcan parte del límite occidental de la región. En ellas se pueden apreciar sutiles patrones de drenaje ‘dendríticos’ partiendo de los numerosos valles que descienden por la ladera de Tempe Terra.

La palabra ‘dendrítico’ procede del griego δένδρον, que significa ‘árbol’. Se piensa que los canales que se pueden ver en estas imágenes fueron formados por la escorrentía de aguas pluviales o de aguas procedentes del deshielo, en algún momento del pasado de Marte. 

La profundidad de estos valles, unida al hecho de que presentan muy pocos afluentes en su curso bajo, sugiere que la región se transformó a través de un mecanismo de erosión conocido como ‘minado’ o ‘socavación’, que es el que tiene lugar cuando el agua arrastra los materiales más blandos de la base de un acantilado. 

El proceso de socavación retira el apoyo de las capas superiores, formadas por rocas más duras, que terminan resquebrajándose en grandes bloques que se desprenden por la ladera del desnivel.

De esta forma, el proceso de erosión va avanzando hacia el curso superior del cauce, haciéndolo más profundo, de forma similar a lo que ocurre en la Meseta del Colorado aquí en la Tierra.

Los científicos están especialmente interesados en lo que parecen ser sedimentos cubriendo el fondo de algunos de los cráteres más antiguos y erosionados, ya que podrían ser nuevas pruebas de la existencia de agua líquida en la superficie de Marte en algún momento de su historia. 

En algunos casos los valles arrancan del borde de un cráter, lo que sugiere que en algún momento el agua se desbordó y fluyó hacia los terrenos colindantes. 

Estas imágenes de Mars Express aportan nuevas pruebas de la existencia de agua en la superficie de Marte en algún momento de su pasado, y ayudarán a descifrar cómo el agua surgió, fluyó, erosionó y se retiró de la superficie del Planeta Rojo en distintas épocas de su historia.

El nimbadon, un marsupial gigante de hace 15 millones de años

Los nimbadon, unos marsupiales extintos que tenían el tamaño de una oveja y antecesores de los wombat, poblaron las copas de los árboles australianos hace unos 15 millones de años.

El nimbadon, que pesaba más de 70 kilogramos de peso y tenía garras poderosas, era un "animal muy hábil" que "que habría adoptado un método para trepar los troncos de los árboles similar al de los koalas actuales", dijo la jefe de la investigación Karen Black de la Universidad de Nueva Gales del Sur (NSW, por sus siglas en inglés).

Sus descendientes lejanos son los actuales wombat, unos marsupiales terrestres de un metro de largo, con patas cortas y muy agresivos cuando se sienten amenazados.

El nimbadon, que solía movilizarse en manada como el canguro contemporáneo, se alimentaba de frutos localizados en la copa de los árboles de los bosques tropicales australianos y fue un agente importante en la dispersión de las semillas en la era del Mioceno.

Su habilidad para trepar árboles le permitió al gigantesco marsupial "reducir la competencia por las fuentes de comida con otros herbívoros, entre ellos el canguro, y escapar de sus depredadores como los leones marsupiales", agregó la científica australiana en un comunicado de prensa de la Universidad de NSW.

Black, quien presentará hoy en Sídney las primeras conclusiones de este estudio que aún no ha sido publicado, trabajó en este estudio con Aaron Camens de la Universidad de Flinders University, así como Mike Archer y Sue Hand de la Universidad de Nueva Gales del Sur.

El equipo científico se centró en el estudio una gran cantidad de fósiles de los "Nimbadon lavarackorum" (nombre científico), de todas las edades, hallados hace varios años en una cueva del yacimiento arqueológico Riversleigh, en el noroeste del estado australiano de Queensland.

Estos fósiles permitieron a los investigadores estudiar en detalle el desarrollo del cráneo, del cerebro de estos gigantescos animales y su comportamiento, así como de los cambios ambientales que afectaron el ecosistema australiano en la prehistoria, agregó el comunicado.